He dejado de comprender la mirada, la voz, la actitud de aquellos q una vez me fueron tan cercanos. El mar no roza mi piel, sigo mi camino sin alterar lo natural y así quizá sea como debe ser, la marea baja en la hora exacta en la que quiero que suba. Es la soledad, mi espacio personal. Y así ya hemos concluido con lo que será. Es el ya no ser parte de nada lo que me hace sentir una molécula del todo que se pierde sin pena en la gloria inexistente del adiós. Es el no saber que quiero lo que me da la libertad para no querer nada. Es la magia de lo irrepetible, lo efímero, lo q registra mi alma. Es tu andar sin avanzar. Son tus reclamos lejanos que hoy son más fundamentales q ayer. Es este quererte tanto que me hace llorar, sabiendo que jamas volveré a vestir mi armadura ante vos. Es La Perla mi playa preferida, en otoño e invierno, así desierta.
Profundizar es la eleccion que nos acerca al entendimiento