Al final del día, la humedad de la celda se sentia hedionda. Los grilletes hacian que los tobillos se astillaran. Las heridas del dia ardian, ardian más al saber que mañana serian blanco fácil para sangrar en la arena.
Apoyando la cabeza en las rodillas el gladiador dejaba que la lluvia le cayera encima, haciendo un esfuerzo para sentirla.
Tan solo el frio le recordaba que aún formaba parte de su cuerpo, hacía tanto tiempo que su alma le había abandonado que ante sus ojos todo era simplemente nada.
Su mejor amiga era su espada, solo podia confiar en su sombra, a quien usaba para tentar a sus adversarios.
El premio por sobrevivir en la arena, una tierna doncella, una hogaza de pan, un trozo de carne y vino.
Ninguno de esos premios le saciaba algo. Las voces y risotadas retumbaban, pero él no distinguia mas que el sonido del metal. Los filos asustados de las espadas de sus guardianes. Muchos buscaban su conversación o intentaban acercarsele; pero el gladiador tan solo encontraba distraccion en sus sueños, tan solo se sorprendia, sonreía o se asustaba cuando la piedad de morfeo lo libera de ser quien era.
Al despertar regresaba a la pesadilla de vivir.
Comentarios
muy bueno, seremos gladiadores?
prefiero verme como un puma, que se aleja en la maleza y mira desde afuera... y cuando alguien lo amenaza o lo ataca salta sobre su preciada preza, sera el amor la preza?
besos
Si es el amor, sientete dichoso de haberlo encontrado y valora cada segundo como si fuera el ultimo, sin importar cuantos segundos sean.
Ya que sigue siendo el mayor desafio, simplemente vivir.